Un nuevo comienzo, sí, esa es la actitud, no mantenernos focalizados en lo que el ayer fue, y máxime cuando ese pasado ha sido triste, como resultado del error.

La vida es un continuo camino de cambios, y los mismos son imperativos para forjarnos como entidades integrales, sostenidas en amor, valores y principios.

Una terna que da probidad en la puesta en marcha de las conductas y sentimientos nobles. Debemos salir del síndrome del . Sí, salir de ahí, porque es un síndrome lastimero y negativo que no conduce a nada, solo a incubar una temible depresión.

No hay que culparse por el error. El error es el más aguerrido acicate para hacernos mejores cada día, cuando sufrimos el embate de sus efectos.

Hoy es un nuevo día, con nuevas oportunidades para auto observarnos y decidir: “Volver a empezar”, y moldearnos en un nuevo estilo de vida que nos lleve a ser felices para lo que fuimos creados, al conocer las bellezas que en amor nos integra.

Nuestro destino lo forjamos en base al pasado y presente. Somos los arquitectos. Forjemos este nuevo comienzo amándonos sin prejuicios, y sirviendo al hermano, en cualquier solicitud y necesidad que lo acometa.

Honremos a Dios, amando al prójimo como Él nos invita a amar. Demos felizmente gracias por este muevo comienzo. Demos comienzo a un mejor mundo.

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