El joven torpedero dominicano de los Rojos, Elly de la Cruz, parece haber tenido sus prioridades en orden durante la temporada muerta, previo a su segunda campaña en las Grandes Ligas. Se tomó tiempo para divertirse, pero también se dedicó al trabajo necesario en un esfuerzo por mejorar sus habilidades como bateador.
¿Un puente clave hacia el equilibrio entre trabajo y vida del joven de 22 años? Nada menos que su compatriota Juan Soto.
El patrullero estelar de los Yankees y De la Cruz prácticamente crecieron juntos en la República Dominicana, y ambos se prepararon como adolescentes en Niche Baseball Academy.
En diciembre, los dos estuvieron juntos en Miami poco después de que Soto, de 25 años, fuera cambiado de los Padres a los Yankees. Vieron a los Delfines enfrentarse a los Titanes en la NFL desde una suite privada en el Hard Rock Stadium. De vuelta en su país, también entrenaron juntos y practicaron bateo.
“Lo más importante en lo que estábamos trabajando era simplemente batear desde el tee y batear a la banda contraria”, dijo De la Cruz el miércoles.
Eso se sumó al trabajo que De la Cruz ha realizado bajo la dirección del coach de bateo de los Rojos, Joel McKeithan. El manager David Bell no tuvo problema con que De La Cruz recibiera ayuda externa de alguien como Soto.
“No lo conozco, pero me sentí bien al respecto, porque eso es de igual a igual y ese tipo de relaciones pueden llegar lejos”, dijo Bell. “Personas a las que respetas y de las que puedes aprender. Obviamente, [Soto] ha sido un gran jugador y aún es muy joven”.
De La Cruz bateó .235 con OPS de .710, 13 cuadrangulares, 44 carreras impulsadas y 35 bases robadas en 98 juegos como novato en el 2023. Los números no tan buenos llegaron después de un primer período meteórico de 30 partidos, en los que cuando el bateador ambidextro y jugador de cinco herramientas se convirtió en una sensación.
Los Rojos elaboraron un plan invernal para De la Cruz. Bell delegó los objetivos de trabajo relacionados con el béisbol a sus instructores, pero él y su coach de banca, Freddie Benavides, dedicaron tiempo a asegurarse de que la vida de De la Cruz permaneciera en el orden adecuado.
“Elly tuvo mucho con que lidiar, mucho que se le presentó en el Año 1”, siguió Bell. “¿Cómo está manejando eso? ¿Cómo es su temporada muerta? ¿En qué está pasando su tiempo? ¿Se está recuperando? ¿Se está fortaleciendo? ¿Se está cuidando? ¿Sus prioridades están en orden? Ése fue mi papel”.
Las preguntas de Bell fueron respondidas al hablar con De la Cruz en Redsfest en diciembre y a través de los informes de McKeithan.
“Para cualquier jugador de Grandes Ligas, hay mucho que enfrentar”, apuntó Bell. “Pero cuando eres Elly y tienes un comienzo como el que tuvo él, no sé cómo logró llegar hasta el final del año. Pero lo hizo. Creo que fue una gran experiencia. Hubo mucho que aprender de ello, incluyendo establecer su horario de una manera que pudiera priorizar el béisbol y ser el mejor jugador que pueda ser”.
En cuanto al bateo, un cambio en el enfoque comenzó bajo la tutela de McKeithan.
“Hicimos muchos cambios en la República Dominicana”, dijo De la Cruz. “A veces, te das cuenta de que necesitas hacer algunos cambios y tratas de arreglarlos. Tenemos este nuevo estilo con el que estamos trabajando y lo vamos a probar en los entrenamientos para ver cómo funciona”.
Entre los cambios estaba reducir el movimiento de las piernas de De la Cruz, tanto como bateador zurdo como derecho, y ser más paciente con los pitcheos.
“Lo mejor que me ha estado enseñando es simplemente quedarme atrás y esperar la pelota el mayor tiempo posible. Hemos estado trabajando muy bien”, añadió De la Cruz.
De la Cruz se negó a confirmar que estaba físicamente agotado en la segunda mitad de la temporada del 2023, mientras luchaba tanto en el aspecto ofensivo como defensivo. Mantuvo su rutina habitual de acondicionamiento físico durante la temporada muerta.
“Siento que este invierno pude trabajar muy duro para tener la fuerza suficiente para jugar los 162 juegos”, dijo.
El martes, el club reveló que tiene previsto que De la Cruz se enfoque principalmente como campocorto a la defensa. También jugó en la tercera base el año pasado.
“Obviamente, me encantaría ser short a tiempo completo, pero si hay otro lugar donde el equipo necesite que juegue, puedo hacerlo”, terminó De la Cruz.