Un grupo internacional de investigadores descubrió que las personas que vapean y los fumadores de tabaco experimentan cambios similares en el ADN de las células que recubren la boca, lo que plantea dudas sobre cuán dañinos podrían llegar a ser los cigarrillos electrónicos, informó este martes el University College de Londres (Reino Unido).

Se conoce como epigenoma el conjunto de compuestos químicos que, al unirse al ADN, regulan la actividad (expresión) de todos los genes dentro del genoma. De acuerdo con los científicos, los epigenomas se modifican constantemente y pueden verse afectados por diversos factores genéticos y no genéticos, e incluso por el estrés y los traumas psicológicos.

Los cambios en los epigenomas pueden afectar la expresión de los genes, lo que a su vez puede incidir en el funcionamiento de las células. La metilación del ADN es un tipo de cambio epigenómico que puede ocasionar la desactivación de un gen, inhibiendo así la expresión genética.

En un nuevo estudio recientemente publicado en la revista Cancer Research, se analizaron más de 3.500 muestras celulares con la finalidad de identificar la metilación del ADN en las células expuestas directamente al humo y al vapor de tabaco (las de la boca), así como en aquellas expuestas indirectamente a estos residuos (células en la sangre o el cuello uterino).

¿El vapear podría resultar dañino?

Los autores de la investigación explicaron que lograron identificar los cambios epigenómicos en las células epiteliales de la boca de los fumadores de tabaco, que también se observan en las células pulmonares cancerosas o precancerosas. Al mismo tiempo, mencionaron que se detectaron cambios similares en las células epiteliales de la boca de los consumidores de cigarrillos electrónicos y de quienes habían fumado menos de 100 cigarrillos en su vida.

Por otro lado, los expertos encontraron que algunos cambios epigenómicos vinculados con el tabaquismo se mantienen más estables que otros luego de dejar de fumar, incluyendo los cambios en muestras del cuello uterino.

El científico Martin Widschwendter enfatizó que, a pesar de que se tenía conocimiento de que el fumar tabaco puede modificar el epigenoma, se desconocía “cómo influye en los diferentes tipos de células”, además de “si las respuestas serían similares o afectarían a diferentes genes y características biológicas”.

Por su parte, la investigadora Chiara Herzog indicó que “si bien el consenso científico es que los cigarrillos electrónicos son más seguros que fumar tabaco, no podemos asumir que su uso sea completamente seguro”, por lo que “es importante explorar sus riesgos potenciales a largo plazo y sus vínculos con el cáncer”. Asimismo, subrayó que espera que su investigación permita que se lleve a cabo “una discusión más amplia sobre el uso de los cigarrillos electrónicos, especialmente en personas que nunca antes fumaron tabaco”.

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